Las abejas se mueren, sucede en todo el mundo y desde China a
Estados Unidos, pasando por Europa y hasta en Australia. Las
abejas de la miel, Apis mellífera, desaparecen por el Síndrome
del Despoblamiento de las Colmenas, que ha provocado la práctica
desaparición de los colmenares silvestres en España.
"Es un problema complejo, con actores principales que varían
dependiendo de las zonas, pero que en todos los lugares provoca
la muerte de las abejas", explica Mariano Higes, asesor de
investigación del Centro Apícola de Marchamalo (Guadalajara),
adscrito al Instituto Regional de Investigación Agraria y
Forestal de la Junta de Castilla-La Mancha (IRIAF).
La situación es tan alarmante que la Unión Europea ha anunciado,
para el próximo año, una línea de investigación en apicultura,
dotada con 7 millones de euros, para estudiar qué está matando
a las abejas.
Según Higes, descubridor del microsporidio nosema cerenae que
en el 2000 diezmó las colonias de todo el mundo, en España las
abejas tienen cuatro amenazas principales: varroa destructor,
nosema cerenae, la avispa asiática y el escarabajo de las colmenas.
La varroa destructor, un ácaro que "viene a ser como las
garrapatas de los perros", se alimenta de su hemolinfa, las
debilita y acaba matándolas, contra el que hay tratamiento y los
apicultores están obligados a aplicarlo, aunque este año ha sido
poco eficaz y se ha producido una gran mortandad de abejas.
El nosema cerenae es un parásito que supone una gran amenaza en
los países mediterráneos porque está muy adaptado a su clima y
se beneficia de la apicultura intensiva El nosema cerenae, del
que Higes es experto mundial, es un microsporidio que se introduce
en las células del aparato digestivo de la abeja, las hace
envejecer de forma prematura y provoca su muerte. Encima, cuando
en una colmena hay muchas abejas afectadas se producen problemas
de comportamiento y la colonia colapsa.
Este parásito es una gran amenaza en los países mediterráneos
porque está extraordinariamente adaptado a su clima y se beneficia
de la apicultura intensiva que se practica, dedicada a la
producción de miel, por eso Higes aconseja a los apicultores que
tomen conciencia de la amenaza y apliquen medidas terapéuticas.
A estos 'enemigos' se han sumado en los últimos tiempos dos plagas
llegadas de fuera, por los intercambios comerciales: la avispa
asiática, que causa estragos en la zona húmeda de España, y el
escarabajo africano de las colmenas, de momento controlado en España.
La avispa asiática (Vespa velutina) se alimenta de abejas, a las
que ataca con voracidad, y tras llegar a Francia desde China se
ha asentado en la cornisa cantábrica, Galicia, la fachada
atlántica de Portugal y en el Mediterráneo por Cataluña, además
de detectarse, recientemente, en Burgos.
En Galicia, por ejemplo, es la causa principal de la muerte de
las colmenas y según el presidente de la Fundación Amigos de las
Abejas, Luis Pérez, "tiene a los apicultores desesperados y si
hay un nido cerca de un colmenar es segura su desaparición si no
se destruye a las avispas".